La zona arqueológica de la Ciudad Sagrada de Caral, situada en el valle del Supe, provincia de Barranca, región Lima, continúa desvelando la prodigiosa destreza constructiva de los antiguos peruanos, una civilización que ostenta el título de ser la más antigua y organizada de América. En esta ocasión, un descubrimiento trascendental en el asentamiento El Molino, ubicado en la margen derecha del río Supe, en la carretera que conduce a la Ciudad Sagrada de Caral, ha conmocionado a la comunidad arqueológica.
La maqueta arqueológica en El Molino: Un testimonio de planificación urbana avanzada
En el corazón del asentamiento El Molino, los investigadores han desenterrado una maqueta a escala que representa con asombroso detalle edificios piramidales, una plaza circular, una escalera principal y una plataforma superpuesta. Este revelador hallazgo apunta a que la civilización Caral poseía un profundo entendimiento de la planificación urbana, lo que reescribe la historia de las antiguas civilizaciones americanas.
El arqueólogo David Palomino Olivos, figura central de esta investigación, subraya la trascendencia de este descubrimiento, que constituye un hito en los estudios arqueológicos de la Ciudad Sagrada de Caral. Estos estudios han sido llevados a cabo durante las últimas tres décadas bajo la dirección de la destacada doctora Ruth Shady.
El nexo entre desarrollo urbano y planificación arquitectónica en la civilización Caral se revela con la presencia de cuatro maquetas en el sector C-1 del asentamiento El Molino. Aunque tres de estas maquetas han sido afectadas por el inexorable paso del tiempo, una se encuentra en excelente estado de conservación. Este hecho sugiere un diseño sistémico que pudo haberse replicado en otros asentamientos, incluida la emblemática Ciudad Sagrada de Caral.
La antigüedad de la maqueta se remonta a un período que oscila entre 3000 y 1800 años antes de Cristo, lo que reafirma su importancia como testimonio de la planificación urbana en el antiguo Perú.
El marco de las excavaciones y la preservación del patrimonio
Este asombroso descubrimiento se inscribe en el programa «Puesta en Valor y Recuperación de los Monumentos Arqueológicos,» que inició en 2012 y abrió una ventana al pasado en el asentamiento El Molino. La minuciosidad y la meticulosidad de las excavaciones y estudios en torno a esta maqueta han sido esenciales para su preservación y comprensión, consolidando su estatus como una pieza invaluable de la historia.
El impacto del cambio climático en Caral: Una mirada al pasado
La civilización de la Ciudad Sagrada de Caral enfrentó uno de los desafíos más significativos de su historia debido al impacto del cambio climático. La sequía, cuyas consecuencias incluyeron la hambruna, la mortalidad, la agitación social y, en última instancia, el abandono de sus centros urbanos, representó una amenaza existencial. La doctora Ruth Shady Solís, figura de renombre y directora de la Zona Arqueológica Caral, resalta la importancia de los estudios que han demostrado los efectos del cambio climático en la Ciudad Sagrada de Caral, así como en otros centros urbanos, como Áspero en el puerto de Supe y Vichama en el valle de Huaura.
La sequía severa desencadenada por el cambio climático resultó en una crisis social marcada por la escasez de alimentos y la desesperación. Esta situación obligó a la población a abandonar sus hogares y tierras en busca de supervivencia, dejando atrás los centros urbanos que habían prosperado durante generaciones. El relato arqueológico se erige como testigo silencioso de los estragos causados por la sequía.
Efectos de la sequía en los valles costeros: Un legado de abandono
La transformación de los fértiles valles costeros en desiertos debido a la sequía provocó una migración masiva de la población, dejando en ruinas los antiguos centros urbanos. La civilización Caral, que dependía de los ríos que fluían desde las montañas a través de los valles, vio cómo estos se convertían en desiertos inhóspitos. El valle del Supe, que una vez fue el hogar de Caral, se desvaneció lentamente bajo el implacable impacto del cambio climático.
Vichama: Testimonio gráfico de la sequía y la resistencia
En el sitio arqueológico Vichama, con una antigüedad de 3.800 años y ubicado en el distrito de Végueta, provincia de Huaura, los arqueólogos han documentado pruebas visuales impactantes de la sequía y sus efectos adversos. Frisos que representan a adultos fallecidos con los estómagos vacíos y a jóvenes participando en rituales con peces son un testimonio gráfico de la lucha por la supervivencia. Estos elementos arqueológicos muestran cómo el océano Pacífico brindó un respiro temporal en medio de la sequía, permitiendo a la población de Vichama sobrevivir. Sin embargo, el éxodo de la población de los valles costeros era inevitable, ya que la sequía se mantenía implacable.
El arte como testimonio: Cultura Moche y la memoria del cambio climático
La cultura Moche también dejó testimonio del cambio climático a lo largo de la historia. A pesar de la escasa investigación, la cerámica Moche revela episodios de cambio climático posteriores, con efectos similares. Representaciones de individuos esqueléticos evidencian la hambruna causada por sequías severas en el período que siguió al 630 después de Cristo. Estas expresiones artísticas plasman el sufrimiento humano en momentos críticos de la historia, destacando la recurrencia de los impactos del cambio climático.
Preparándonos para el futuro
La importancia de estas lecciones del pasado no puede subestimarse, especialmente en la era actual, donde el cambio climático se manifiesta como un desafío global. Para honrar la memoria de civilizaciones como Caral, se planea realizar un evento en octubre de este año. El objetivo es analizar las lecciones aprendidas por las antiguas civilizaciones del Perú en relación al cambio climático y eventos climáticos extremos, como El Niño. Este evento explorará cómo se pueden aplicar los conocimientos y la tecnología contemporánea para mitigar los efectos del cambio climático.
El hallazgo de las maquetas en Caral y la comprensión de su relación con el cambio climático y la sequía ofrecen una perspectiva única de la antigua civilización Caral y su valiente lucha por sobrevivir en un mundo inclemente. Estos descubrimientos arqueológicos continúan iluminando la historia de América y subrayan la importancia de aprender de los desafíos que enfrentaron las civilizaciones del pasado en un mundo en constante evolución.